La energía del gas en la agricultura

En Chile, la agricultura es un sector fundamental para el país, tanto por sus productos de comercialización interna como para las exportaciones a diferentes latitudes. Las características en las diferentes zonas del territorio y sus condiciones climáticas permiten generar una amplia variedad de producciones.

La energía pasa a tomar un rol fundamental, ya que un uso estable y eficiente se vuelve clave para el desarrollo de los procesos, por lo que el gas se presenta como una solución confiable y sostenible para la industria.

¿Qué usos tiene el gas en la agricultura?

El gas es una opción eficiente, versátil y de bajo impacto ambiental que tiene diversos usos, ideal para diversos procesos agrícolas. Dada su alta densidad energética, permite una rápida generación de calor, optimizando las operaciones y garantizando una mayor productividad al sector.

Esta alternativa es requerida por la industria principalmente para los sistemas de calefacción de invernaderos. Su estabilidad y capacidad para ofrecer una fuente constante de energía son esenciales en procesos que requieren ambientes con temperaturas controladas para asegurar productos de alta calidad.
Asimismo, este combustible juega un papel fundamental en el proceso de secado de productos, especialmente de granos y ocasionalmente en frutas. Para que estos procesos sean eficientes y óptimos, requieren de energía controlada y, principalmente, constante, por lo que el gas es una fuente que permite asegurar dichas condiciones, asegurando una buena calidad de los cultivos e impactando positivamente en los tiempos de producción.

El propano también se utiliza en los sistemas de riego a vapor, técnica fundamental para la agricultura, especialmente en zonas con escasez de agua o en cultivos que requieren un control preciso de la humedad. Al utilizar vapor generado con gas natural, esta metodología permite una distribución uniforme del agua, mejorando la eficiencia de un recurso escaso como es el agua.

Otra aplicación del gas es en la generación de electricidad para equipos agrícolas en zonas rurales o en lugares donde el acceso a la electricidad es limitado o costoso.

En un país que se ve enfrentado, cada vez de manera más regular, a fenómenos climáticos complejos como sequías, heladas o lluvias excesivas, contar con una fuente de energía eficiente es crucial para mitigar los riesgos asociados a estos eventos, especialmente en una industria tan relevante como lo es la agricultura.

Adicionalmente, el uso de gas en la agricultura también contribuye al sector y país frente al cambio climático, debido a que tiene una huella de carbono más baja que otros combustibles como el carbón o el petróleo, aportando así a combatir las emisiones de la industria.