Descarbonización en Chile
¿en qué estado se encuentra?

El año 2019, el gobierno del ex Presidente, Sebastián Piñera, junto a las empresas dueñas de las centrales a carbón del país, realizaba un importante anuncio en materia medioambiental: el cierre de las 28 plantas existentes a carbón en Chile para 2040 -marcando un hito en la política energética nacional- con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la carbono neutralidad para el año 2050.

La noticia vino acompañado de una serie de medidas para incentivar la construcción y operaciones de centrales de generación eléctrica a través de Energías Renovables No Convencionales, como lo son la energía eólica, solar, hidráulica, entre otras, de manera de no comprometer el suministro eléctrico para el país.

El Ministro de Energía de dicho período, Juan Carlos Jobet, dio inicio al plan con el cierre de las operaciones de las Centrales Ventana I (Puchuncavi) y Bocamina I (Coronel) a sólo días de que terminara el 2020, lo que fue aplaudido por la industria y por la ciudadanía. “Este 2020 lo terminamos con una semana histórica para nuestro Plan de Cierre de Centrales a carbón. Los cierres de Bocamina I y Ventanas I, son una gran noticia para Coronel, para Puchuncaví, para Chile y el planeta entero, ya que permitirán seguir impulsando el desarrollo de las energías limpias”, declaró Jobet en su minuto.

El Plan de Descarbonización siguió avanzando y a la fecha ocho centrales a carbón dejaron de funcionar: Tarapacá y Bocamina I y II (Enel), Tocopilla 12, 13, 14 y 15 (Engie) y Ventanas I (AES Gener). Se espera que para 2025 siete unidades más sean retiradas y otras cinco estén disponibles para ser reconvertidas, lo que representa un total de 71% de las centrales a carbón del país (20 de 28). Sobre las unidades restantes, estás deberán ser reconvertidas o retiradas no más allá del 2040.

En términos de capacidad instalada de carbón en el país, en 2019 era de 5.525 MW, para julio de 2023 se llegó a 4.336 MW y se espera que para 2025 la capacidad instalada no supere los 2.000 MW.

A mediados del año pasado, el gobierno del Presidente Gabriel Boric, anunció el plan “Agenda 2° tiempo de la transición energética” a través del cual se pueda priorizar y focalizar las acciones para llevar a cabo una transición energética acelerada con reformas al sector eléctrico y acciones estratégicas, con miras a operar sin centrales a carbón al 2030. Es decir, 10 años antes de lo presupuestado en el plan inicial y a sólo 11 años de haberse realizado el anunció en el gobierno de Piñera II.

Esta nueva etapa del proceso de descarbonización se centra en cuatro ejes para permitir establecer las condiciones de una desconexión acelerada, los cuales son:

1-. Promoción del Almacenamiento, el cual considera un reglamento de Coordinación y Operación y sistemas de almacenamiento; asignación de terrenos fiscales para promover el almacenamiento; y, una guía técnica de evaluación ambiental para proyectos de almacenamiento.

2-. Mitigación de riesgos a suministradores, el cual implica ajustes de sistema de compensación del impuesto a las emisiones y la modernización de las licitaciones de suministro de clientes regulados.

3_ Flexibilidad operacional, eje que implica la revisión y ajuste de los mínimos técnicos de centrales térmicas, coherente con la actualización de la norma de emisiones y la modernización de la operación del sistema eléctrico.

4-. Acciones políticas, regulatorias y obras urgentes, mediante el cual se presente un Proyecto de Ley de Transición Energética, el desarrollo de un plan de descarbonización, entre otros.

Todas estas acciones que el país ha impulsado como política de Estado han permitido que Chile sea reconocido a nivel internacional por su liderazgo en la agenda medioambiental, participando en foros y cumbres que promueven la acción global contra el cambio climático.

Durante el primer trimestre de 2024, la generación eléctrica en Chile, según los datos del Coordinador Eléctrico Nacional, fue en un 41% en base a Energías Renovables No Convencionales, creciendo un 4% respecto del mismo período del año anterior. En el caso de la generación de energía solar, esta subió 13%, la eólica 7% y la hidráulica un 44%, en comparación con los mismos períodos; mientras que en lo que respecta a la generación a través de fuentes fósiles, el uso de carbón se redujo en un 1,14% y el de gas natural en 31,86%, respecto del mismo período del año pasado.