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Reducir las emisiones de carbono se ha convertido en el principal objetivo de muchos países en el mundo.
Publicado por Gasco
Categoría: Energía
Junio 28, 2022
El uso de combustibles fósiles es uno de los mayores contribuyentes a las emisiones de CO2 a la atmósfera, uno de los principales gases de efecto invernadero. Por eso, en materia del medio ambiente y control del cambio climático, reducir las emisiones de carbono se ha convertido en el principal objetivo de muchos países en el mundo.
Aplicaciones del Hidrógeno Verde en las diferentes industrias
Proyectó que para el año 2040 la demanda mundial de energía aumentará aproximadamente el 30%, lo que puede suponer un gran incremento de CO2 para nuestra economía, muy dependiente de los combustibles fósiles, a menos que encontremos una alternativa.
Si bien las energías renovables han tenido un gran avance en las últimas décadas, sobre todo para la producción de electricidad, aún quedan grandes desafíos para que sea un reemplazo de los combustibles fósiles en la enorme cantidad de usos que les damos. A partir de este escenario surge como gran alternativa energética el hidrógeno verde.
El hidrógeno es uno de los elementos químicos más abundantes en la tierra ya que se encuentra presente en el 75% de la materia y siempre lo hallamos junto con otros elementos químicos, como el oxígeno o el carbono; es decir que no se encuentra en estado puro en la naturaleza. Por esta razón, para obtener el hidrógeno puro se debe garantizar que se haga de manera limpia y, a la vez, sostenible para que sea un aporte y no un problema.
La forma más utilizada hoy en día, y la más económica, es extraer el hidrógeno de algún hidrocarburo, lo que se conoce como hidrógeno gris. Sin embargo, este método es poco amigable con el medio ambiente debido a que utiliza combustibles fósiles y libera la misma cantidad de CO2 a la atmósfera que quemando el combustible.
Se obtiene por medio de combustibles fósiles, pero la diferencia con el gris radica en que sus procesos cuentan con técnicas que permiten capturar y almacenar las emisiones de CO2. Aunque se espera que sea menos contaminante que el hidrógeno gris, no se puede eliminar por completo su huella de carbono, la captura y su almacenamiento implican un importante gasto adicional de energía y tampoco hay certeza de la eficacia de su almacenamiento en el largo plazo.
La otra alternativa es obtenerlo directamente del agua por medio de la electrólisis, un proceso en el cual se rompe la molécula del agua y se separa el oxígeno y el hidrógeno. Si bien esto requiere grandes cantidades de electricidad, es posible hacerlo por medio de energías renovables como la solar y la eólica, dando como resultado el hidrógeno verde. Su nombre se refiere a que este tipo de hidrógeno no utiliza ninguna energía de origen fósil evitando las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Uno de los principales beneficios del hidrógeno verde es la versatilidad que tiene para ser aplicado en diferentes industrias, ya que no solo puede usarse como vector energético, sino también como materia prima en procesos que requieren hidrógeno o para formar otros energéticos.
En el sector minero, por ejemplo, el hidrógeno verde se puede usar como combustible para los grandes camiones o los hornos y, tomado como materia prima, puede usarse también para producir explosivos. De lograrse una reducción total o significativa de las emisiones de CO2 en el proceso, la industria podría producir metales “verdes”, permitiendo así que las empresas que se dedican a la exportación de estos últimos amplíen el portafolio y la sostenibilidad de sus actividades.
Así mismo aplica para el sector de la logística y el transporte, en donde existen vehículos con celdas de combustibles y estanques de hidrógeno. En sectores como el agro, el hidrógeno verde puede implementarse en la producción de fertilizantes; en la industria química funciona para fabricar amoniaco y en la industria petroquímica para el refinado del petróleo.
Otros de los usos que, sin duda, generará un impacto positivo es su aplicabilidad para la producción de nuevas energías. El gran problema del hidrógeno es su complejidad para almacenarlo y transportarlo, si bien tiene algunas ventajas sobre la electricidad, está lejos de tener la versatilidad de los hidrocarburos.
Recibimos la energía del sol en forma de ondas electromagnéticas, pero para almacenarla y utilizarla lo hacemos a través de moléculas orgánicas, las cuales contienen hidrógeno, tales como las grasas y azúcares (aunque algunos necesitamos que las plantas hagan el primer paso por nosotros).
Es por eso que es interesante sintetizar energías que impliquen una mejor solución en términos de almacenamiento, transporte y/o uso. Dos de las principales opciones que se están viendo son la de unir el Hidrógeno al Nitrógeno, muy abundante en el aire, para formar Amoniaco, y la otra es hacerlo con Carbono para formar algún hidrocarburo, aunque esta última opción requiere que el Carbono también sea de origen renovable.
Aunque la producción de hidrógeno verde representa retos relacionados con el costo y con las inversiones que se deben llevar a cabo para su producción, algunos países ya han comenzado a incluirlo, incluso dentro de sus políticas gubernamentales. Este es el caso de Australia, uno de los países líderes en la producción de este combustible a nivel mundial, donde cuentan con 5 megaproyectos que se enfocan en la producción de hidrógeno haciendo uso de las redes de energía renovables que existen actualmente en el país.
Ya cuentan con diversos generadores, están incursionando en megaproyectos para construir una serie de electrolizadores de gran capacidad para producir hidrógeno verde y utilizarlo como fuente de energía en el país.
El liderazgo latinoamericano en materia de producción de hidrógeno verde lo tiene Chile, país que en el año 2020 comenzó con un plan para reducir sus emisiones de carbono y llegar a la carbono neutralidad para el 2050.
Desarrollado por la empresa HIF, que funcionará a partir de la energía eólica en la región de Magallanes para producir metanol, gasolina y gas licuado.
En este proyecto están participando importantes empresas internacionales y locales, tales como HIF, Porsche, Empresas GASCO, Siemens Energy, Enel Green Power, ExxonMobil y Enap.
Se ha convertido en una de los mejores potenciales alternativos como combustible y, si bien aún le falta para reemplazar a los combustibles fósiles, ya se están dando importantes avances para su implementación en las diferentes industrias y países. Esto es una gran luz para lograr dejar a un lado la utilización de energías a partir de recursos no renovables y comenzar una transición hacia un mundo sin emisiones contaminantes.
En Gasco apostamos a la transición energética y a la implementación de soluciones sostenibles para las empresas.
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